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Crisis en el Madrid: ¿Apostar por la 16ª Champions o salvar la temporada en Copa y Liga?

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El Real Madrid se encuentra en un momento crucial en la temporada 2024/25, donde se entrelazan la ambición histórica, la presión de sus seguidores y una serie de desafíos, especialmente debido a las lesiones. Vamos a profundizar en la situación, analizando las ausencias, la estrategia en las competiciones (Champions League, Copa del Rey y LaLiga), así como el impacto físico y mental en los jugadores. También consideraremos el peso de la historia del club y las expectativas de la afición, para determinar si priorizar la Champions es un riesgo calculado o una jugada arriesgada.

1. Contexto actual: las bajas y su impacto

El Real Madrid ha enfrentado una dura batalla contra las lesiones esta temporada, un factor que ha afectado su rendimiento en todas las competiciones. Jugadores clave como Thibaut Courtois (con molestias tras el parón internacional), Éder Militão y Dani Carvajal (que lidian con lesiones de larga duración), así como Dani Ceballos y Ferland Mendy, están fuera o en proceso de recuperación. Además, otros como Andriy Lunin han tenido problemas musculares recientes. La defensa se ha convertido en un verdadero rompecabezas para Carlo Ancelotti, ya que jugadores como Aurélien Tchouaméni, Fede Valverde y Eduardo Camavinga han tenido que asumir roles defensivos de emergencia, lo que ha afectado su rendimiento en el centro del campo.

Estas ausencias han dejado al equipo con una plantilla desequilibrada, con una notable falta de profundidad en posiciones clave. Por ejemplo, la portería ha quedado vulnerable, lo que llevó a Ancelotti a debutar a un canterano de 19 años, Fran González, en un partido reciente. En el ataque, aunque figuras como Vinícius Júnior, Kylian Mbappé y Jude Bellingham siguen marcando la diferencia, la inconsistencia de Rodrygo y la falta de un plan B sólido desde el banquillo limitan las opciones tácticas. Esta situación reduce la capacidad del equipo para competir al más alto nivel en tres frentes a la vez, especialmente en una Champions League que exige un esfuerzo físico y mental enorme.

2. La Champions League: ¿un sueño imposible o el ADN del Madrid?

La Champions League es el torneo que realmente define al Real Madrid. Con 15 títulos en su haber, el club tiene una conexión casi mágica con esta competición, y sus aficionados la valoran más que cualquier otro trofeo. Sin embargo, la situación actual genera incertidumbre sobre si el equipo cuenta con los recursos necesarios para luchar por ella. Imaginemos que el Madrid ha llegado a cuartos de final (como sugieren los recientes enfrentamientos contra el Arsenal). Un 80% de probabilidades de eliminación significa que se enfrenta a un rival muy superior o que tiene un déficit considerable tras el partido de ida, lo que haría que la remontada sea bastante complicada.

Razones para arriesgarse en la Champions:

  • Historia y épica: El Madrid es conocido por remontadas imposibles, como las de 2022 contra PSG, Chelsea y Manchester City. La afición y los jugadores creen en el “miedo escénico” del Bernabéu y en la capacidad de sus estrellas para decidir partidos. Jugadores como Vinícius, Mbappé y Bellingham pueden cambiar el rumbo de una eliminatoria en un solo momento.
  • Mentalidad del club: Para el Madrid, rendirse en Champions no es una opción. La presión interna (de Florentino Pérez, Ancelotti y los jugadores) y externa (afición y medios) empuja al equipo a darlo todo, incluso contra las probabilidades.
  • Impacto anímico: Una victoria heroica en Champions podría revitalizar al equipo y a la afición, compensando las decepciones en otras competiciones y reforzando la confianza para el resto de la temporada.

Razones para ser cautelosos:

  • Desgaste físico: La Champions exige un nivel de intensidad altísimo. Forzar a jugadores clave como Valverde, Bellingham o Vinícius, que ya acumulan muchos minutos (Valverde con más de 3.400 minutos esta temporada), podría provocar más lesiones o un bajón físico que afecte a LaLiga y la Copa del Rey.
  • Falta de profundidad: Sin defensas fiables y con un banquillo limitado (jugadores como Luka Modrić, Brahim Díaz o Endrick no aportan la consistencia necesaria), una eliminatoria de alta exigencia podría exponer aún más las carencias del equipo.
  • Prioridades realistas: Si el Madrid está virtualmente eliminado, insistir en una remontada improbable podría desviar recursos de competiciones más alcanzables, como la Copa del Rey, donde ya están en la final, o LaLiga, donde aún tienen opciones de pelear el título.

3. Copa del Rey: una oportunidad tangible

El Madrid se enfrenta al Barcelona en la final de la Copa del Rey, que está programada para el 26 de abril de 2025. Este es un gran momento para conseguir un trofeo esta temporada, especialmente después de una semifinal emocionante contra la Real Sociedad que terminó 4-4, pero se resolvió 5-4 en el global. La Copa del Rey se juega en un solo partido, lo que la convierte en una competición más fácil de manejar que una eliminatoria de Champions o la larga batalla en LaLiga.

Ventajas de priorizar la Copa:

  • Menor desgaste: Un solo partido permite gestionar mejor la rotación y proteger a los jugadores clave, evitando lesiones adicionales.
  • Rival conocido: Aunque el Barcelona está en gran forma (invicto en 2025 con nueve victorias consecutivas en LaLiga), el Madrid tiene experiencia en clásicos y sabe cómo competir contra ellos. Una victoria en la final sería un golpe anímico enorme.
  • Trofeo garantizado: Ganar la Copa aseguraría un título tangible, algo crucial para un club que no tolera temporadas en blanco.

Riesgos de descuidarla:

  • Si el Madrid se vuelca en la Champions y pierde, podría llegar a la final de Copa con los jugadores exhaustos o lesionados, reduciendo sus opciones contra un Barça en racha.
  • La presión de la afición, que valora más la Champions, podría generar críticas si Ancelotti rota excesivamente en la final para preservar jugadores, aunque esto es menos probable dado el peso de un clásico.

4. LaLiga: todavía en la pelea, pero con margen limitado

En LaLiga, el Madrid ha dado un paso atrás considerable, con cinco derrotas y 13 puntos perdidos desde febrero. A principios de abril, el equipo ha jugado 30 jornadas y ha acumulado 11 partidos sin ganar (entre empates y derrotas). Aunque todavía está en la lucha por el título, el margen de error es muy pequeño, sobre todo si el Barcelona sigue con su impresionante ritmo.

Por qué centrarse en LaLiga:

  • Consistencia a largo plazo: LaLiga premia la regularidad, y el Madrid aún tiene partidos para recortar distancias. Descansar jugadores en Champions podría permitir un mejor rendimiento en las jornadas finales.
  • Recuperación anímica: Enderezar el rumbo en LaLiga devolvería confianza a un equipo que ha mostrado fragilidad mental, como se vio en los silbidos de la afición a Vinícius por su falta de implicación defensiva.
  • Gestión de recursos: Con un calendario menos intenso tras una hipotética eliminación en Champions, Ancelotti podría alinear a sus mejores jugadores con más frecuencia, optimizando el rendimiento de Mbappé, Bellingham y compañía.

Por qué no priorizarla exclusivamente:

  • LaLiga es una carrera de fondo, y el Madrid ya ha cedido demasiado terreno. Si el Barça sigue intratable, remontar podría ser más complicado que ganar un partido único (Copa) o una eliminatoria milagrosa (Champions).
  • La afición percibe LaLiga como un “premio menor” comparado con la Champions. Una temporada con solo el título liguero, sin la Copa ni la Champions, podría considerarse decepcionante.

5. La afición y el peso de la historia

La afición del Real Madrid juega un papel crucial. Su amor por la Champions League es indiscutible: prefieren vivir una noche épica en Europa a tener una temporada sólida pero sin la gloria continental. Los cánticos que resuenan en el Bernabéu, la euforia que se siente tras remontadas como la de la Real Sociedad en la Copa, y la devoción por jugadores como Vinícius (a pesar de sus altibajos) reflejan una mentalidad de “todo o nada”. Sin embargo, esta misma pasión puede ser un arma de doble filo:

  • Apoyo incondicional: La afición empujará al equipo incluso en las circunstancias más adversas, como se vio en la prórroga contra la Real Sociedad, donde el Bernabéu fue clave para el 5-4 final.
  • Presión implacable: Los silbidos a Vinícius por errores puntuales muestran que la paciencia tiene límites. Si el Madrid se vuelca en la Champions y fracasa, la afición podría volverse contra Ancelotti o los jugadores, afectando la moral para la Copa y LaLiga.

6. Estrategia de Ancelotti: ¿abarcar todo o elegir batallas?

Carlo Ancelotti, conocido por su pragmatismo, enfrenta uno de los mayores retos de su carrera. Su filosofía siempre ha sido construir desde la defensa, confiando en que las estrellas ofensivas decidan los partidos. Sin embargo, las lesiones han destrozado su plan defensivo (31 goles encajados en 30 jornadas de LaLiga, frente a 26 en toda la temporada pasada), y su banquillo no ofrece soluciones fiables. Las rotaciones, como las realizadas contra la Real Sociedad o Valencia, no han funcionado, y el desgaste mental del equipo es evidente tras 51 partidos disputados hasta abril.

Errores tácticos recientes:

  • Rotaciones fallidas: Descansar a Mbappé en la ida de Copa contra la Real Sociedad o alinear a jugadores fuera de posición (Tchouaméni en defensa) ha generado lagunas de juego.
  • Falta de revulsivos: A diferencia de otros años, jugadores como Endrick o Arda Güler no han aportado lo suficiente desde el banquillo, limitando las opciones de cambio.
  • Dependencia de las estrellas: La irregularidad de Vinícius (dos goles en nueve partidos) y Rodrygo (un gol en 16 partidos) pone demasiada presión sobre Mbappé y Bellingham, que no siempre pueden resolver solos.

Opciones estratégicas:

  1. Ir a por la Champions: Forzar a los titulares en la eliminatoria, aceptando el riesgo de lesiones, para buscar una remontada histórica. Esto implicaría alinear a Valverde, Bellingham, Vinícius y Mbappé al 100%, incluso si están al límite físicamente.
  2. Gestionar esfuerzos: Rotar en el partido de vuelta de Champions (si la eliminatoria está casi perdida) para llegar frescos a la final de Copa y recuperar terreno en LaLiga. Esto podría decepcionar a la afición, pero preservaría el físico de los jugadores.
  3. Equilibrio arriesgado: Intentar competir en los tres frentes con rotaciones parciales, confiando en que las estrellas marquen la diferencia en momentos clave. Esta opción es la más ambiciosa, pero también la que más expone al equipo a quedarse sin nada.

7. Análisis crítico: ¿qué debería hacer el Madrid?


Desde un punto de vista racional, parece que priorizar la Copa del Rey y LaLiga es la decisión más lógica. La final de la Copa es un objetivo inmediato y alcanzable, mientras que LaLiga representa una oportunidad de redención a largo plazo. Intentar una remontada en Champions, con un 80% de probabilidades de fracaso, podría poner en riesgo la condición física de los jugadores y dejarlos sin energía para los otros frentes. Una lesión más de un titular, como Bellingham o Mbappé, sería un golpe devastador.

Sin embargo, el Real Madrid no se guía solo por la lógica. Su esencia está profundamente conectada con la Champions, y rendirse en Europa sería como traicionar su ADN. Tanto la afición como el club prefieren arriesgarlo todo antes que aceptar la derrota sin luchar. Un escenario ideal sería gestionar los esfuerzos en el próximo partido de Champions, utilizando a jugadores como Modrić, Brahim o Güler para evitar el desgaste de los titulares, y luego lanzarse con todo en la Copa y LaLiga. Pero si Ancelotti decide apostar por la épica europea, debe estar preparado para asumir que el costo puede ser elevado.

Escenario optimista: El Madrid logra una remontada milagrosa en Champions, impulsado por Vinícius y Mbappé, y llega con confianza a la final de la Copa. LaLiga se complica, pero un título europeo podría compensar cualquier decepción en el ámbito doméstico. Escenario realista: El Madrid cae en Champions tras un esfuerzo titánico, llega agotado a la final de la Copa y pierde ante el Barça. En LaLiga, la falta de frescura le impide remontar, y la temporada termina con críticas hacia Ancelotti. Escenario pesimista: Las lesiones se multiplican en Champions, el equipo queda eliminado y se desmorona anímicamente, perdiendo la final de la Copa y quedándose atrás en LaLiga. La temporada concluye en un fiasco.

8. Conclusión: el dilema del Madrid

El Real Madrid se encuentra ante una encrucijada que podría marcar su temporada: ¿debería aferrarse a su glorioso legado en la Champions o aceptar las limitaciones de una plantilla mermada y enfocarse en trofeos más alcanzables? La lógica podría indicar que lo mejor es concentrarse en la Copa del Rey y LaLiga, pero el verdadero corazón del madridismo siempre late por la Champions. Ancelotti tendrá que encontrar un equilibrio casi imposible: motivar a sus jugadores para lograr la hazaña europea sin descuidar las otras competiciones. La historia del Madrid está llena de “y si” y “pero”, y aunque arriesgarse a querer abarcarlo todo puede llevar a no conseguir nada, también es cierto que este club ha forjado su leyenda desafiando las probabilidades. La afición, con su inquebrantable pasión, seguirá soñando con la 16ª Champions, aunque el costo de ese sueño podría ser demasiado alto esta vez.